En cuanto a la ilustración, quise hacer algo parecido a los carteles clásicos pintados a mano en formato apaisado que se confeccionaban para lucir en las fachadas de los cines. Costumbre que, por desgracia, se ha perdido por completo, al igual que el oficio de numerosos artistas que, trabajando en sus talleres, dedicaron su vida a transformar las calles de nuestras ciudades en gigantescas galerías de arte.
Valgan un par de imágenes de ejemplo ilustrativo de la la belleza de este arte perdido:
Y después de este ejercicio de nostalgia, allá va mi ilustración y el proceso creativo de la misma en un gif animado.
Si os gusta la imagen podéis encontrarla a mayor resolución aquí:
Y podéis comprar la novela en el siguiente enlace:
Estupendo trabajo, colega!
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