Este tebeo español es uno de los grandes hitos (en lo que a cómics se refiere) de la década de los 80, en la que las revistas de cómic para adultos poblaban las estanterías kioscos y librerías. Creepy, Zona 84, Cimoc, Vampus, Blue Jeans y un largo etcétera de títulos en los que los autores (españoles y extranjeros) más importantes de la industria daban rienda suelta a su imaginación. En ellas se daban cita historias, normalmente cortas, que abarcaban diferentes temáticas, siendo las más populares las de terror, ciencia ficción, western o fantasía, entre otras.
Por aquel entonces, los autores Antonio Segura (guionista) y José Ortiz (dibujante), habituales colaboradores de estas revistas, inauguraron el primer número de Cimoc con una historieta de corte post-apocalíptico titulada "Hombre". En esta historia y en las que le siguieron, teníamos la oportunidad de contemplar un mundo devastado, no por una epidemia, no por una catástrofe natural, no... simplemente el hombre y sus gobiernos habían enviado al traste a nuestra civilización. Como veis, algo de lo más actual.
Os recomiendo que os hagáis, si tenéis la oportunidad, con los dos tomos editados por EDT en 2013 que recogen el integral de la obra.
El primero de ellos (suerte si lo buscáis, porque está agotado) recopila las historias en blanco y negro, y en él podréis disfrutar de un José Ortiz espectacular, con un dominio apabullante de las sombras que dotan a las historias de una pátina de negrura y pesimismo muy acorde con el tono general de la obra.
El segundo tomo recopila las historias que en su día se publicaron a color. He de decir que, aunque el maestro Ortiz domina a la perfección el uso del color, según mi humilde opinión, a este tipo de historias les favorece más el blanco y negro.
A la hora de realizar una ilustración sobre el personaje me inspiré en la portada que José Ortiz creó para el número 32 de la revista Cimoc. En ella el protagonista se encontraba en una agónica situación... acorralado por un sinfín de roedores dispuestos a devorarlo vivo. Quise recrear una escena parecida y para enfatizar el agobio del personaje lo dispuse a un lateral de la imagen y lo enfoqué en un plano contrapicado. De esa manera eran las ratas las que se encontrarían en primer plano se verían más grandes y por ello también más amenazantes.
Espero haber logrado algo de lo que quería conseguir. Aquí tenéis la portada en la que me inspiré y mi ilustración en blanco y negro y en color (no es exactamente la misma imagen, está hecha partiendo del mismo boceto pero hecha desde cero en las dos ocasiones).
Las tenéis a buen tamaño aquí:
No hay comentarios:
Publicar un comentario