lunes, 31 de diciembre de 2012
Adiós 2012
2012. Cuán lejos quedan tus primeros días y qué poco tiempo te queda por vivir… creías que nos llevarías contigo, que no te sobreviviríamos y, a falta de unas pocas horas para tu partida, aquí seguimos.
Durante tu corta vida, y con ánimo de plantar cara a los augurios de destrucción que llevaba aparejado tu nombre, he traído a la vida más de sesenta creaciones que he compartido con mucha más gente que en años anteriores. En ellas, mientras tú pasabas sin pena ni gloria por nuestro mundo, estuve en las nevadas cumbres tibetanas perfeccionando las artes de meditación orientales, viví como un salvaje en frondosas selvas junto a grandes felinos, acompañado de mi androide visité el espacio exterior, conocí la violencia del salvaje oeste, surqué las verdes praderas de las Rocosas a lomos de mi corcel, me enfrenté a extraños seres venidos de otro espacio y de otro tiempo en alguna era remota, sembré la destrucción por las calles víctima de los efectos de los rayos gamma, me enfrenté a temibles monstruos de gigantescos tentáculos y también a una versión malévola de mí mismo, protegí a mi amada barsoomiana de los grandes simios blancos de cuatro brazos, busqué en las calles la justicia que la ley no me podía proporcionar, escapé de crueles experimentos que pretendían convertirme en el arma más brutal conocida, exploré tumbas que no habían sido vistas por el ojo humano desde su creación y sobreviví al fin del mundo. Además fui héroe, justiciero enmascarado, forajido, miembro de la genyosha, dios nórdico, soldado espacial, agente secreto, bibliotecario, juez del futuro, devorador de mundos…
Yo sí puedo decir que he vivido.
Quién sabe qué me deparará el 2013… sea lo que sea seguro que es como mínimo igual de asombroso.
Feliz 2013.
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